Contábamos hace unos días en Hispanidad que en las listas que elabora el Ministerio de Sanidad sobre eutanasia, por comunidades, Cataluña lidera la lista, tanto como la autonomía en la que más eutanasias se pidieron, como por ser la región en la que más eutanasias se ejecutaron. Los nuevos datos publicados evidencian esta situación y hablan de un brutal crecimiento del pocertanje de socilitudes: el pasado 2024 se registraron un total de 358 solicitudes, lo que representa un 61% más que en 2023.

Pero claro, con la buena publicidad que recibe en la televisión pública catalana, no nos extraña. Lo ha denunciado Xavier Sobrevia, doctor en Medicina, sacerdote y delegado de Pastoral de la Salud en la diócesis de Sant Feliu de Llobregat. Ha emitido una queja por el programa La bona mort, emitido en el espacio 30 Minuts de TV3, el 30 de marzo. 

El reportaje era un planfeto eutanásico, que obviaba otras alternativas o la verdad sobre la eutanasia, a lo que hay que sumar la tertulia que le seguía, en la que todos los invitados estaban a favor de la eutanasia. 

Sobrevia ha enviado una carta a TV3 explicando sus quejas sobre el documental. "Creo que en el reportaje y en la conversación posterior hay una carencia de pluralismo y una mirada muy reduccionista de la situación del enfermo, de los familiares y de los profesionales", y denuncia que la protagonista es una activista de una asociación proeutanasia y todo se centra en su perspectiva única.

"No hay opiniones diversas, todo el mundo [en este reportaje] está de acuerdo con la eutanasia y la ley lo ha convertido en un 'derecho'. Ahora es un derecho que te puedan matar".

Sobrevia sugiere que el reportaje también podría haber dado voz a personas que, pese a su enfermedad, quieren seguir luchando: "Quizás habría que ampliar la perspectiva y hacer un reportaje sobre personas que, a pesar de una grave enfermedad, quieren seguir viviendo, como Jordi Sabaté Pons, también enfermo de ELA".

Asimismo denuncia la falta de espacio a los cuidados paletivos, planteando que "repetidamente se plantea la eutanasia como única solución al sufrimiento, ignorando la realidad de unos tratamientos adecuados a los sufrimientos con unos cuidados paliativos de calidad. Miles de personas en Cataluña no reciben la atención que necesitan sus sufrimientos por una deficiente cobertura sanitaria, pero esto claramente es ignorado. La solución que se difunde en el programa es únicamente acabar con la vida de la persona que sufre y no con el sufrimiento de la persona. Esto me parece muy grave, arriesgado e injusto". 

"En el programa no se explican alternativas que alivien el sufrimiento. Varias veces se dice que impedir o retrasar la eutanasia es hacer sufrir. Pero no se dice que la eutanasia es, al fin y al cabo, que una tercera persona provoque tu muerte. 'Dejar marchar' o 'soltar' son eufemismos, por no decir las cosas por su nombre".

El programa no se esconde y en la conversación posterior aclara: el objetivo es "dar normalidad y hacer propaganda para que más personas conozcan y pidan la eutanasia". El sacerdote señala que así "se está fomentando que se descarte a personas enfermas que son vulnerables física y psicológicamente", planteando "directa e indirectamente que hay 'vidas que no merecen la pena ser vividas'. 

"Lo que quieren comunicar es que pedir la muerte y provocar la muerto de un ser humano es un acto de amor, un acto bueno. Quieren convertir lo malo en un bien. Y esto es un engaño".

"Lamentablemente, se mantiene un gran sesgo en todas las informaciones que desde 2021 he escuchado en TV3 sobre la eutanasia". "Todas las informaciones son a favor de la eutanasia, ninguna opinión discordante. Pero la publicidad a favor de la muerte de los enfermos con eutanasia nunca había llegado al extremo de ayer".

El sacerdote pide a la televisión pública catalana "reflexionar" y "presentar temas tan delicados e importantes con más objetividad, imparcialidad y debate".