Se veía venir. En Colombia, tras la victoria del izquierdista Gustavo Petro —el mismo que rindió culto a la espada del racista Simón Bolívar—y firme partidario del aborto, algo iba a cambiar en ese país, a peor, en lo que al derecho a la vida de los no nacidos se refiere. 

Pue bien: el gobierno de Petro anunció ayer el retiro de Colombia de la Declaración del Consenso de Ginebra, un importante documento internacional que rechaza que el aborto sea considerado un “derecho”, recoge Aciprensa. 

Desde su cuenta de Twitter, el Ministerio de Relaciones Exteriores sustentó el retiro argumentando que “de acuerdo con la Constitución Política y con la jurisprudencia de la Corte Constitucional, el derecho al aborto legal y seguro es parte integral e indivisible de los derechos sexuales y reproductivos y de la salud sexual y reproductiva de la mujer”, que este gobierno “reconoce, protege y respeta”.

Colombia se había adherido al Consenso de Ginebra en mayo de 2022, durante el gobierno de Iván Duque, y con Alejandro Ordóñez como embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), como recogió Hispanidad. 

El Consenso de Ginebra es una declaración iniciada el 22 de octubre de 2020 por el gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, que suma, entre decenas de países, a Polonia, Hungría y Brasil, y que expresa una especial preocupación por la salud de la mujer, la protección de la vida humana, el fortalecimiento de la familia y la defensa de la soberanía de las naciones para establecer sus políticas de protección de la vida humana. 

Sin embargo, la administración de Joe Biden retiró al país norteamericano de esta declaración impulsada por su predecesor, Donald Trump, y su secretario de Estado, Mike Pompeo, en febrero de 2021.

Pero aún hay más. También el 22 de agosto, el viceministro de Salud, Jaime Urrego, dijo que el gobierno de Petro espera en cien días tener listas las medidas para que se cumpla la sentencia de la Corte Constitucional, que en febrero de este año despenalizó el aborto hasta las 24 de semanas de gestación, recoge Aciprensa. 

"Vamos a diseñar una ruta muy rápida para que en los primeros cien días haya noticias que empiecen a señalar que el rumbo señalado con la Corte no es juego, sino que estamos comprometidos con cumplirlo como lo está el presidente Gustavo Petro”, dijo el funcionario.

Jaime Urrego aseguró que tanto Petro como su vicepresidenta, la feminista Francia Márquez; y la ministra de Salud, Carolina Corcho, están comprometidos con el cumplimiento de las sentencias de la Corte Constitucional que despenalizaron el aborto. "Esto es una lucha cultural: encontramos resistencias en todas las esferas de la sociedad. El diálogo y la aplicación de la norma deben ir de la norma para que muy rápido podamos garantizar el derecho a decidir de todas las mujeres", dijo el viceministro.