Gobierno y Vaticano han llegado a un acuerdo sobre el Valle de los Caídos: no se derriba la Cruz, como querían al principio, antes, no se desconsagra la Basílica católica, como pretendía el Gobierno y no se van los monjes benedictinos, a los que el ministro masoncete oficial, Ángel Víctor Torres, calificó como "okupas".

Eso sí, se seguirá profanando a los muertos allí enterrados, en una imposible y estúpida búsqueda de restos de cadáveres de ambos bandos porque así lo quieren familias que no se sabe si están recibiendo los restos de sus deudos o los del vecino y contra el parecer de muchas más familias que han perdido, pero no se le ha hecho ni caso, que a sus muertos se les deje descansar en paz.

La basílica se partirá en dos. Algo absurdo para quien haya visitado alguna vez la basílica de Cuelgamuros, con una entrada gigante, en forma de tubo, que conduce al altar. ¿Cómo se parte un tubo?

Máxime cuando el Gobierno entiende por resignificar exaltar la barbarie republicana de 1936, cuando los milicianos socialistas, comunistas y anarquistas asesinaron a millares de católicos por puro odio a la fe.

Eso sí, al prior Santiago Cantera, que se atrevió a hacerle frente a Pedro Sánchez, nos lo hemos cargado, hemos hecho que la Iglesia le deje caer. Peligroso precedente.

Por lo demás, seguiremos profanando a los difuntos en Cuelgamuros.

Por su parte, el comunicado del Arzobispado de Madrid es todo un texto contradictorio: por una parte lamenta que se haya filtrado el acuerdo... pues haberlo publicado tú antes.

Segundo, asegura el arzobispado que no tiene nada que ver, que es el Vaticano, todo ello coincidiendo con una visita de Monseñor Cobo a Cuelgamuros, donde Cantera se sitúa al extremo de la instantánea.

Valle

Pues no, no era el Vaticano, las conversaciones con el inefable ministro de Justicia, Félix Bolaños, quien tardó unos minutos en vanagloriarse de haber cargado a un prior, un nostálgico del franquismo, las lideró José Cobo.

Así que ya lo saben, todavía no sé quien pero seguro que hemos ganado... por el momento.