
Para una andaluza no deja de ser sorprendente ver que ninguna procesión recorre las calles de Madrid el Martes Santo, pero todo tiene su explicación, y se encuentra en el día de hoy, Viernes Santo.
Y es que el segundo día de la Semana Santa, la capital de España guarda su día para el traslado del Santísimo Cristo de la Fe desde la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas (Sacramento, 11) hasta el Palacio Real. Este acto procesional recorrerá calles históricas como la calle Mayor, Bailén y la Plaza de Oriente, culminando en la entrada al Palacio Real por la Puerta del Príncipe. La Guardia Real, fiel a una tradición que data de 1743, acompañará a la imagen, otorgándole el icónico apelativo de “Cristo de los Alabarderos”.
Todo ello para que el Viernes Santo, las calles del centro se llenen de recogimiento con la Estación de Penitencia, este acto, profundamente arraigado en la tradición madrileña, es una oportunidad única para experimentar la devoción y el respeto en torno a la imagen del Cristo de los Alabarderos.
La primera noticia documental de la congregación data de 1632, cuando el 4 de julio se acordó rendir culto a un crucificado que se hallaba en la iglesia de San Sebastián, al que adjudicaron la advocación del Santísimo Cristo de la Fe. En 1743, la congregación invitó a los oficiales de la Guardia Real para portar y alumbrar al Cristo, hecho por el cual recibió popularmente el nombre de Cristo de los Alabarderos, ya que era el cuerpo de alabarderos el encargado de la procesión.
En 1806 se sustituye la imagen por otra, obra de Ángel Monasterio, que cayó al suelo y se rompió en su salida de 1835, por lo que se recuperó la primitiva hasta que se realizó una nueva. Esta talla fue obra de José Piqué Duart, quien la realizó en 1836, que fue destruida en los bombardeos de noviembre de 1936. Una última imagen fue realizada a instancias de la familia Ximénez, benefactora de la congregación, que encargó la obra al escultor Ricardo Font Store, que la realizó en escayola, con la que se continuó realizando su salida hasta los años 1940, en que se pierde la tradición.
No es hasta 1997 cuando se informa a la jefatura de la Guardia Real de la existencia en la iglesia de San Sebastián del Cristo de los Alabarderos, obra de Ricardo Font, que inmediatamente inició los trámites para refundar la congregación. En 2001, el reverendo Luis López Melero, capellán de la Guardia Real, y el general César Muro Benayas, entonces Coronel de la Guardia Real, fueron quienes encargaron una nueva imagen al escultor José Antonio Martínez Horche, con la que la congregación realizó su primera salida procesional el 18 de abril de 2003, siendo acompañado por la actual Sección de Alabarderos.
La imagen actual es de 2008, realizada en madera de cedro brasileño por el imaginero Felipe Torres Villarejo. La imagen realiza su estación de penitencia sobre un trono de más de una tonelada de peso, que es portado por 44 anderos que soportan 50 kilogramos cada uno, en una procesión que se prolonga durante cuatro horas.