Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Yemen, donde rige la sharía (ley islámica), por lo que es una nación tremendamente hostil para los cristianos, la tercera del mundo más peligrosa para los creyentes en Jesús.

En ese país, un cristiano de nombre Anis (ficticio) fue asesinado por radicales islámicos por predicar el Evangelio, relata Puertas Abiertas.

Su hermana en la fe Zahra (también nombre ficticio) cuenta que cuando los extremistas se hicieron con el control de la ciudad, amenazaron a Anis: “Los extremistas sabían de nuestra fe, y sus intentos por detenernos eran inevitables. Una vez, Anis y yo caminábamos por la calle con su hijo. Ese día, Anis recibió varios mensajes de texto que decían: ‘Queremos matarte hoy, pero vimos que estabas con otras personas. No queremos hacerles daño, pero iremos por ti’”.

Pocos días más tarde, los radicales islámicos ejecutaron a Anis delante de sus hijos. “Vivimos entre lobos y lo sabemos. Yo elegí este camino y sé las pruebas que conlleva. Jesús cargó con mi dolor, sufrimiento y culpa. Ahora, es mi turno de llevar la cruz”, concluye Zahra.

Cristianos perseguidos por musulmanes, en Níger

(Islamistas persiguen cristianos, foto ACN)

Nuestro siguiente destino es Mauritania, otra república islámica cuya ley castiga la conversión de musulmanes al cristianismo. Esta nación se sitúa en el puesto 23 de la Lista Mundial de la Persecución 2025.

Según cuenta Puertas Abiertas, hace escasos meses islamistas radicales realizaron llamamientos a la violencia contra los cristianos después de salir a la luz un vídeo en el que se enseñaba la administración del sacramento del bautismo.

Pero los cristianos mauritanos permanecen fieles a Jesús, pese a las dificultades a las que se enfrentan.

Kim Yong Un y Xi Jinping

(El dictador norcoreano Kim Yong un y el chino Xi Jimping)

Nos vamos a Corea del Norte, el país número 1 de la Lista Mundial de la Persecución 2025 de Puertas Abiertas.

Esta ONG evangélica narra la historia de un cristiano de ese país que tuvo que mantener su fe en secreto para no ser represaliado. Entonces decidió revelarle a su esposa que era seguidor de Jesús: “No parecía correcto. Quería ser transparente con mi esposa. Medité, oré y reflexioné. Entonces, decidí reunir todo mi valor y contarle mi secreto más profundo”, contó a un colaborador de Puertas Abiertas.

Y ¿cuál fue la reacción de su esposa? Se echó a llorar. “Ella había sido una cristiana secreta toda su vida. Deseaba desesperadamente contarme que seguía a Jesús”, reveló el colaborador.

Esta es la preciosa historia de dos cristianos norcoreanos perseguidos, que necesitan oraciones, al igual que todos los cristianos que sufren persecución a causa de su fe.